• No existe justificación para que tras un rescate fallido y tres años sin contrato, Inés Rey pretenda licitar a la carrera el contrato municipal más cuantioso, sin definir previamente el modelo de tratamiento y sin acuerdo del Consorcio de As Mariñas, imprescindible para la viabilidad de la planta

• La única certeza es que Inés Rey pretende perpetuar su modelo: que los coruñeses sigamos pagando cada vez más por reciclar cada vez menos.

• El Estudio de Viabilidad confirma que seguirá sin funcionar durante las próximas décadas: 334M€ de coste para que al final del contrato apenas llegue a recuperar la mitad de lo exigido por la UE (36% frente al 60%)

El Partido Popular insta, a través de una moción para el Pleno del 2 de marzo, al Gobierno municipal a que no proceda a la licitación del contrato de gestión de la planta de residuos de Nostián con carácter previo a la toma de posesión de la nueva Corporación resultante de las elecciones municipales a celebrar el próximo 28 de mayo, ya que a pesar de incluir un gasto de 334 millones de euros, al final del contrato seguirá sin cumplir con la normativa europea.

La planta de Nostián nunca funcionó como se preveía:

• Se calculó que recuperaría el 65 % de los residuos y en la actualidad los rechazos están en el 55% cuando la normativa europea obliga a no superar el 10% en 2035.
• Estos rechazos eran enviados a un vaso de vertido que tendría que haber sido útil hasta el 2025, pero que se colmató en el 2007. Debido a este y otros errores el coste total pasó de 54,2 millones previstos a 78,1 millones.
• Los ingresos se calcularon en 1,3 millones anuales. En el 2011 ascendían a 0,6. Los gastos también eran superiores y en 2011 eran diez veces los previstos.

Tuvo que ser el gobierno Popular el que auditara los gravísimos errores de planificación e iniciara acciones judiciales que concluyeron en tres sentencias a favor del concello, que supusieron 80 millones de euros de ahorro para la ciudad. Pero la planta nunca funcionó y sigue sin funcionar y durante el mandato de Inés Rey ha ido a peor y hemos asistido a:

• Como se acumulaban durante meses 12.000 toneladas de rechazos con serio riesgo para la seguridad de la planta y la salud ambiental.
• Como expiraba, hace ya más de 1.000 días el contrato de gestión y desde entonces el concello paga cada año 6 millones de euros en facturas irregulares.
• Como se intervino la planta durante 8 meses, declarada ilegal judicialmente.
• Como se consiente que los vasos colmatados en 2020 y 2008 sigan sin sellar pese a existir resolución judicial firme que obliga a la empresa a hacerlo.
• Como este Concello, al contrario que Consorcio das Mariñas, se resiste a reclamar a la empresa la deuda millonaria por los costes de transporte y tratamiento de los rechazos sin tratar desde 2011 tras la firmeza del procedimiento judicial iniciado por el PP.
• Como los trabajadores, hartos de manifestarse le dijeron a la Alcaldesa en el Escaño Ciudadano que “trabajan en la basura pero no son basura”

Así las cosas, el 7 de diciembre se publicó el Estudio de Viabilidad de Nostián, que Inés Rey pretende que siga sin funcionar durante las próximas décadas: 334 millones de euros de costes para que dentro de 17 años sigamos sin cumplir con Europa, pues, como consta en el propio informe, al final del contrato la planta apenas llegará a recuperar la mitad de lo exigido por la UE (36% frente al 60%).

No existe justificación para que tras un rescate fallido y tres años sin contrato, Inés Rey pretenda licitar a la carrera el contrato municipal más cuantioso, sin definir previamente el modelo de tratamiento y sin contar con el acuerdo del Consorcio de As Mariñas (imprescindible para la viabilidad de la planta). Así pues, la única certeza es que Inés Rey pretende perpetuar su modelo: que los coruñeses sigamos pagando cada vez más por reciclar cada vez menos.