La portavoz del Grupo municipal Popular, Rosa Gallego, insta a Inés Rey a priorizar la aprobación del nuevo Plan de Rescate y una bajada de impuestos para ayudar a los coruñeses en un momento de crisis económica y social.

“Estamos en marzo y seguimos sin el nuevo Presco y las escasas rebajas fiscales que han aprobado son de muy corto alcance, además de que la subida del IBI de un 3% que aprobó el Gobierno municipal ha venido para quedarse. De hecho, hosteleros y autónomos no cuentan este año con ayudas municipales y sin embargo siguen pagando impuestos y tasas al Ayuntamiento a pesar de estar cerrados, cuando lo que toca ahora es que a ingresos cero, impuestos cero”, afirmó Gallego esta mañana en una emisora local, en la que participó en un debate junto con el resto de portavoces municipales.

Inés Rey debe marcar las prioridades para su gobierno, que ahora mismo deben ser ayudar a quienes peor lo están pasando en la pandemia. “La oposición hemos estado a la altura, hemos votado a favor de sus propuestas, incluso de las poco ambiciosas, y le hemos tendido la mano para elaborar unos nuevos presupuestos, para aprobar el primer Plan de Rescate o los nuevos convenios, pero lo que nos encontramos ahora son documentos urgentes y cerrados sin margen de negociación y recortes a los derechos fundamentales de los concejales como es que impida votar en Pleno las enmiendas que presentamos”, destacó Gallego.

Acerca del Presco, la Popular señaló que es incomprensible que, a estas alturas, cuando va a comenzar marzo, aún haya ayudas sin pagar del año pasado y que “en la comisión de Hacienda se nos haya entregado un documento de apenas tres folios y sin cuantificar. No podemos hacer aportaciones mientras no sepamos de cuánto dinero se va a disponer. No es lo mismo un Presco de un millón que de veinte. Mientras la Xunta ha destinado 160 millones de euros en tres meses a dos planes de reactivación y que paga de forma ágil, el Gobierno municipal no es capaz de elaborar un nuevo plan municipal cuando ya tiene como base el del año pasado, que era un buen plan que se ejecutó mal”, afirmó.

La realidad es que la alcaldesa dialogante no dialoga, impide votar las enmiendas d de la oposición y ha priorizado adquirir una escultura por 53.000 euros en el mes de febrero para hacerse una foto en carnavales, en lugar de destinar este dinero a reforzar los convenios con entidades sociales. “Ni siquiera ha llamado a los portavoces antes de la reunión del puerto para hablar de los temas a tratar, una reunión que fue un fracaso histórico por la postura intransigente del Gobierno del Estado al negarse a condonar la deuda, lo que sí hizo en Valencia, a dejar en el aire el tren al puerto exterior, cuando va a hacer el de Castellón, e incluso a poner en duda la viabilidad del propio puerto”.